El Fondo Monetario Internacional (FMI) empeoró sus proyecciones para la economía argentina, ajustando a la baja el crecimiento esperado y al alza la inflación para este año y el próximo. En su nuevo Informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO) presentado en Washington, el organismo estimó que el Producto Bruto Interno crecerá un 4,5% en 2025, un punto menos que el cálculo de abril, mientras que la inflación anual trepará al 41,3%, 5,4 puntos más que el pronóstico anterior.
El documento refleja un escenario más complejo para la Argentina dentro del contexto global. El Fondo atribuye la revisión a un proceso de ajuste más prolongado y a presiones de precios que siguen firmes pese a la desaceleración del consumo interno. En el reporte de abril, el FMI había anticipado un avance del 5,5% del PBI y una inflación del 35,9%, proyecciones que ahora quedaron descartadas por la tendencia económica más débil de los últimos meses.
Para 2026, las estimaciones también fueron corregidas. El FMI proyecta que la economía crecerá un 4%, medio punto menos que en el informe anterior, mientras que la inflación bajará a 16,4%, aunque todavía dos puntos por encima de lo previsto en abril. De esta forma, el organismo anticipa un ritmo de crecimiento menor y una reducción más lenta del nivel de precios.
Las cifras contrastan con las del proyecto de Presupuesto 2026 presentado por el Gobierno argentino, que sostiene un panorama mucho más optimista: prevé un crecimiento del 5% y una inflación del 10%. Las diferencias marcan la distancia entre las expectativas oficiales y las del Fondo, que suele aplicar un enfoque más conservador al evaluar economías con alta volatilidad.
En cuanto al empleo, el FMI también elevó sus previsiones. Calcula que la tasa de desocupación cerrará 2025 en 7,5%, frente al 6,3% estimado en abril, y que en 2026 se ubicará en 6,6%, lo que implica una leve mejora, aunque sin recuperar los niveles anteriores. Para el organismo, el mercado laboral seguirá afectado por la lenta recuperación del poder adquisitivo y las restricciones en la inversión privada.
A nivel global, el informe prevé un crecimiento del PBI mundial del 3,2% en 2025 y del 3,1% en 2026, cifras apenas modificadas respecto al reporte previo. Sin embargo, el Fondo advierte que estas tasas siguen por debajo del promedio prepandemia del 3,7%. “La incertidumbre en materia de política comercial sigue siendo elevada en ausencia de acuerdos claros, transparentes y duraderos entre los socios comerciales”, señala el texto.
El organismo también analizó el impacto de las tensiones geopolíticas y las políticas proteccionistas en curso. Sostuvo que, hasta el momento, “las medidas comerciales más restrictivas han tenido un impacto limitado en la actividad y los precios”, aunque advirtió que un agravamiento de las disputas podría alterar la estabilidad de los mercados emergentes, incluida América Latina.
El panorama que plantea el FMI obliga a la Argentina a revisar su margen de maniobra en materia fiscal y monetaria, en un contexto de inflación persistente y expectativas que siguen condicionadas por la falta de financiamiento externo. La combinación de una menor expansión del PBI y precios más altos podría complicar los objetivos del programa económico oficial.